Como punto llamativo, añadir que por fin me he aventurado con el enjarciado del barco y no me ha quedado mal del todo. He de recortar algunos cabos sueltos y pintar los brillos del pegamento. Además me he dado cuenta de que hay que tener cuidado con la separación entre las velas, porque si las pegas demasiado seguidas, luego el hilo no puede pasar, y queda un poco chapucero. No obstante, me siento bastante contento con el resultado. Las fotos son muy cutres, en mi línea, pero no da más de sí. Y si pongo el flash, es casi peor.


Los tres navíos son españoles. Los dos más pequeños de alrededor de 74 cañones y el gordo de más de 100.
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